Ajuy

 

Ajuy

Te encuentras al inicio de la ruta verde entre Ajuy y Madre del Agua, y la ruta azul por las Cuevas de Ajuy.

Como podrás observar, ambas rutas parten del mismo lugar, corriendo la ruta azul paralela a la verde hasta la entrada a las cuevas.

Comenzando con la ruta azul, deberás cruzar el Barranco de Ajuy para llegar a las Cuevas, un conjunto de espectaculares formaciones rocosas, conocidas no solo por su belleza sino por su importancia histórica y cultural.

Su importancia es tal, que estas cuevas han sido declaradas como Espacio Natural (Monumento Natural de Ajuy), siendo el espacio protegido más pequeño de la isla. Esto se debe a que en estas cuevas se encuentran los materiales geológicos más antiguos no solo de la isla de Fuerteventura sino de todo el archipiélago canario. Hablamos por tanto de unas formaciones de entre 100 y 150 millones de años de antigüedad que se han ido moldeando con los años con la erosión del viento y el mar.

En su interior, se pueden encontrar diversas galerías y pasadizos, con formaciones rocosas de diferentes tamaños y colores.

Además de su belleza natural, las cuevas de Ajuy tienen una importante historia cultural. Se sabe que la zona fue habitada por los antiguos aborígenes de la isla, los mahos, que utilizaban las cuevas como refugio y como lugar de culto.

Durante los siglos XVI y XVII, Ajuy fue un importante puerto de la isla, pues el Puerto de la Peña servía para exportar tanto cereal como ganado y cal a distintos puntos de las islas.

En relación a la cal, es necesario destacar los hornos de Ajuy. La producción de cal fue una actividad de gran importancia en Fuerteventura durante muchos años, teniendo su apogeo entre el siglo XIX y finales del XX, ya que este material se utilizaba en la construcción y en otros sectores industriales.

Para la producción de cal viva era necesario el caliche, un tipo de piedra que servía como materia prima y que encontraba en abundancia en la isla. Los hornos que empezaron a construirse en la isla se podía dividir en 2 tipos distintos: caleras u hornos domésticos de leña (de forma circular y no más de 4 metros de altura), y hornos industriales de carbón (de forma rectangular y no más de 12 metros de altura).

En este sentido, el encanto de los hornos de Ajuy es que no pertenece a ninguno de los dos anteriores: si bien llegan a los 12 metros de altura, son agujeros excavados en el suelo.

Siguiendo con la ruta verde, sale paralela a la ruta azul y se separa de ella en lo alto del risco para continuar a la derecha y llegar al muro que conduce a La Aduana.

Al llegar al Camino de Pájara, debes seguir a la derecha hasta un camino a la derecha también que te llevará hasta las gambuesas y viejos corrales. Aquí deberás seguir hasta el Barranco de La Madre del Agua.

La Madre del Agua es una cascada natural que surge de la roca y que desemboca en el mar, formando una piscina natural de agua dulce. El agua es cristalina y fresca, y está rodeada por vegetación de una belleza sin igual.

Se enmarca dentro del Parque Rural de Betancuria, donde pueden encontrarse, entre otros, tarajales y dátiles. Estos últimos se cultivaban en las gavias que aprovechaban el agua de este lugar.

Además de su belleza natural, Madre del Agua es también un lugar de gran importancia histórica y cultural. Se cree que los antiguos habitantes de la isla, los mahos, utilizaban la cascada como lugar de culto y para realizar rituales relacionados con el agua.

El asentamiento de estos antiguos habitantes se conoce como Yacimiento Arqueológico Llano del Sombrero, encontrando restos de cerámica aborigen y fauna en este yacimiento de buena conservación.

Si quieres regresar, deberás seguir de nuevo el barranco para volver al pequeño pueblo costero de Ajuy.

Como dato importante a destacar, Ajuy fue un importante puerto de entrada para las expediciones que llegaban a la isla. De hecho, el conquistador Jean de Béthencourt entró a la isla por Ajuy.

Además, la actividad económica se centró en la agricultura y la ganadería, y se convirtió en un importante centro de producción de ganado y cereales.

Scroll al inicio